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Soriana Ir a la oferta Bueno, todo empezó con que tenía que ir a comprar una cosa a Soriana, así que me dispuse a ir también a ver las roscas las cuales estaban marcadas con el precio de $328.
Las pasé por el checador y para mí sorpresa ya pasaban en $129.90
Fui a agarrar un par de roscas más y cuando las traté de pagar en la caja aún pasaban en $328. La cajera habló a la encargada de panadería y le dije que ya pasaban en $129. Me acompañó a corroborar y se pudo dar cuenta que ya estaban más baratas. Después me dijo que la acompañara con su jefa (jefa de panadería) para decirle que me autorizara el precio. Una vez estando en panadería, la jefa me comienza a decir que aún no bajaban de precio y que no estaba autorizado, a lo que respondí que yo estaría dispuesto a pagar los $328 si el checador indicara el precio de $328. Dijo que iba a checar y se fue a dar una vuelta innecesaria de unos 5-7 minutos para que terminara diciéndome que no iban a pasar en $129, por lo tanto, le pedí hablar con el gerente para ver qué me decía. Nos dirigimos a la caja para "pagar" y me dijo que esperara un momento. Finalmente, la gerente se acercó después de unos cuantos minutos y le dije que yo las había visto en $129 y que pedía que se me respetara el precio, así que no le quedó otra más que hacer la autorización en caja para dejarlas en $129. Sin embargo, la gerente no se veía muy contenta y todavía me dice: "la rosca de chocolate estaba más rica que esas".
Me autorizaron la compra, pagué y salí victorioso de la tienda.
Algo adicional que ocurrió cuando estaba agarrando las roscas es que dos cajeras más estaban cuchicheando entre ellas y alcancé a oír que una le dijo a la otra que ya pasaban en $129 y se quedaban viendo mis roscas.
Toda la promonovela sucedió en Soriana Hiper Zaragoza (muy cerca de Cabeza de Juárez en Iztapalapa, CDMX).
Las pasé por el checador y para mí sorpresa ya pasaban en $129.90
Fui a agarrar un par de roscas más y cuando las traté de pagar en la caja aún pasaban en $328. La cajera habló a la encargada de panadería y le dije que ya pasaban en $129. Me acompañó a corroborar y se pudo dar cuenta que ya estaban más baratas. Después me dijo que la acompañara con su jefa (jefa de panadería) para decirle que me autorizara el precio. Una vez estando en panadería, la jefa me comienza a decir que aún no bajaban de precio y que no estaba autorizado, a lo que respondí que yo estaría dispuesto a pagar los $328 si el checador indicara el precio de $328. Dijo que iba a checar y se fue a dar una vuelta innecesaria de unos 5-7 minutos para que terminara diciéndome que no iban a pasar en $129, por lo tanto, le pedí hablar con el gerente para ver qué me decía. Nos dirigimos a la caja para "pagar" y me dijo que esperara un momento. Finalmente, la gerente se acercó después de unos cuantos minutos y le dije que yo las había visto en $129 y que pedía que se me respetara el precio, así que no le quedó otra más que hacer la autorización en caja para dejarlas en $129. Sin embargo, la gerente no se veía muy contenta y todavía me dice: "la rosca de chocolate estaba más rica que esas". Me autorizaron la compra, pagué y salí victorioso de la tienda.
Algo adicional que ocurrió cuando estaba agarrando las roscas es que dos cajeras más estaban cuchicheando entre ellas y alcancé a oír que una le dijo a la otra que ya pasaban en $129 y se quedaban viendo mis roscas.
Toda la promonovela sucedió en Soriana Hiper Zaragoza (muy cerca de Cabeza de Juárez en Iztapalapa, CDMX).
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